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Sensores de temperatura ambiente montados en superficie

Los sensores de temperatura ambiente montados en superficie suelen constar de una carcasa externa que protege el sensor y los componentes electrónicos. Esta carcasa es robusta y duradera, lo que garantiza un funcionamiento a largo plazo incluso en entornos exigentes.

Una de las ventajas más llamativas de los sensores montados en superficie es su fácil instalación. A diferencia de los sensores empotrados, no requieren complejas modificaciones en el edificio, ya que pueden montarse directamente en la pared. Esto los hace ideales para proyectos de modernización y situaciones en las que se requiere una instalación rápida.

El diseño montado en superficie garantiza que el sensor de temperatura sea claramente visible para los usuarios. Esto puede ser útil para la lectura manual de la temperatura y también facilita el mantenimiento y la calibración del sensor.

Dado que los sensores de montaje en superficie no necesitan empotrarse en la pared, ofrecen flexibilidad a la hora de elegir su ubicación. Los usuarios pueden colocar estratégicamente el sensor en una posición representativa de la temperatura media de la habitación.

Los sensores de temperatura ambiente montados en superficie son adecuados para su uso en diversos entornos, como oficinas, espacios residenciales, escuelas y edificios comerciales. Pueden medir la temperatura tanto en espacios pequeños como grandes, lo que los hace versátiles.